Hoy en día para poder abrir una simple sociedad en el país es necesario realizar 8 pasos protocolarios y se demora un mes para que sea aprobado, siendo que en otros países europeos esto tan solo demora 1 o 2 días. Además de los requisitos absurdos solicitados, la gran demora se debe al bajo nivel de informatización de la lenta burocracia.
El emprendimiento significa para muchos una salida ante la crisis, siendo esto algo bien visto por el Gobierno ya que mejora la situación alarmante de la gran cantidad de parados. Por eso que haya mayor cantidad de personas que se piense abrir una empresa debería ser una situación menos engorrosa como sucede en la actualidad.
En el caso de querer convertirse en un empresario individual no es problema ya que los tiempos y papeleos no son tantos, pero en el caso de constituir una nueva empresa que necesitará de empleados, esto ya es un problema, porque además de las demoras y el papeleo, también conlleva amplios gastos.
Ante este panorama está habiendo un plan de mejora y modernización para la legalización para creación de nuevas entidades empresariales, siendo en estos momentos una acción facilitada para autónomos con actividad propia, pero los gastos a veces son un impedimento para que estos comiencen una micro empresa, ya que de gasto de Seguridad Social es de 256 euros. El Gobierno está negociando poder reducir esa cantidad a 50 euros por 6 meses.
La cuestión es que cuando se desea abrir una sociedad, ya los tiempos, los papeles y los gastos de inscripción son mayores, generando que muchas personas se lo piensen más de una vez el abrir una empresa.
