El aumento de los ingresos por parte del cambio en el IVA generó un respiro en las finanzas españolas. Sin embargo, el grave inconveniente que se produjo no se puede solucionar del día a la noche, sino que tardará un tiempo considerable. En la actualidad, uno de los problemas que debe tratarse con urgencia es el dinero que se le debe a varias regiones. 1.533 son los millones que Cataluña debió haber percibido por parte del Estado en el último tiempo.
La cifra no es menor, y sería de gran colaboración para la estabilización económica que busca con ansiedad el Gobierno. El Presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Miquel Valls, criticó públicamente el recorte que hizo la administración porque, según su pensamiento, contribuirá al estancamiento en el crecimiento de la economía.
El capital que se adeuda se divide 1.104 millones de euros en infraestructuras que fueron liquidadas en 2008 y todavía no se han pagado. A eso hay que sumarle 429 millones que fueron presupuestados por el estado y que aún no se ha visto ni un centavo por la zona donde residen los catalanes.
Valls se refirió a este duro tema, al decir: “El volumen de inversión pactada pero no ejecutada es preocupante ante la situación excepcional de las finanzas. Existe el riesgo de que el incumplimiento de los compromisos del Estado en inversiones en Cataluña devenga una enfermedad crónica”.
