Recurrir a un crédito para financiar la adquisición de viene de consumo contrae una serie de ventajas y desventajas y como lo prometimos en el artículo anterior en el que explicábamos qué son estos créditos, acá está un análisis de ellas.
Las ventajas
– Para el prestatario, permite comprar bienes de consumo sin tener que pagarlos de una sola vez.
– Para el organismo prestamista, constituye una cantidad de fondos provenientes de las tasas de interés superiores a las del mercado.
– Para la economía, el crédito permite apoyar el crecimiento fomentando el consumo.
– Al permitir distribuir la financiación de un bien durante su tiempo de vida, el recurrir al crédito de consumo permite optimizar la gestión de la tesorería familiar.
– Además, un crédito permite la inversión o mejora pronta de un servicio lo que puede traer beneficios económicos en un tiempo anticipado.
Los inconvenientes
– El costo: Los créditos de consumo tienen elevadas tasas de intereses muy a menudo, en muchas ocasiones mayores a las de otro tipo de créditos como el de vivienda.
– El sobreendeudamiento: Los créditos de consumo, y más concretamente el crédito permanente, forman parte de los factores principales en los casos de sobreendeudamiento.
– Es necesario un estudio profundo y conciente de la capacidad de pago actual y futura, previendo posibles disminuciones de las entradas económicas.
El crédito no debería utilizarse para comprar productos que no se conocen a fondo. Da la ilusión de poder adquirir de todo, inmediatamente, sin tener que preocuparse de las modalidades de pago que se prorrogan más tarde. Tal utilización del crédito es peligrosa y puede conducir al sobreendeudamiento.