El crédito de consumo es un préstamo que puede conceder una institución financiera (banco o sociedad especializada) con el fin de permitir comprar algunos bienes o de disponer de una cantidad de dinero. Pueden suscribirse en una agencia bancaria o en algún lugar de ventas.
Los bienes que pueden ser adquiridos gracias a un préstamo de consumo son por ejemplo un automóvil, muebles, artículos electrodomésticos o de entretenimiento, un computador o adornos y decoraciones. Puede también tratarse de bienes inmateriales como un viaje o cualquier actividad de ocio. En caso de que no puedan o no deseen pagar en efectivo, el crédito de consumo les permite escalonar los pagos sobre un período convenido con la institución prestamista.
El crédito de consumo puede tomar la forma de un préstamo afectado a un bien o de un préstamo no afectado. Este último es un crédito de dinero del que disponen a su voluntad el cual puede ser un préstamo personal o un crédito permanente.
Para determinar el importe prestable, la institución prestamista tendrá en cuenta:
– Su capacidad de reembolso, que está vinculada a sus ingresos mensuales y sus gastos incompresibles.
– Criterios internos de evaluación del riesgo en función de su perfil de cliente.
– Información proporcionada por agencias de notación financieras que tiene en cuenta sus ingresos, sus créditos existentes y sus antecedentes de crédito.
En un próximo artículo veremos las ventajas y las desventajas de estos créditos.