Moneda social ¿Qué es y cómo funciona?

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A raíz de las últimas noticias que nos llegan desde Barcelona, a muchos puede surgirnos la duda de qué es exactamente la moneda social y cómo funciona. Si tú tampoco lo tienes muy claro, sigue leyendo, que te lo explicamos:

¿Qué es la moneda social?

Se trata de un tipo de moneda creada por ciertas comunidades o colectivos para facilitar intercambios de productos y servicios. Se sustenta sobre la base de la reciprocidad y la confianza y su forma y funcionamiento pueden ser tan variados como los de cualquier moneda oficial.

La moneda social se diferencia del dinero de curso legal en que puede perder valor para que no pueda ser acumulado.

Cabe destacar dos tipos de moneda social, la complementaria y la alternativa. La moneda complementaria es la más común y lo que pretende es compensar las deficiencias que presenta el dinero legal, lo que tiene como resultado la optimización de los recursos locales y la reactivación del comercio local. Sin embargo, la moneda alternativa contribuye al desarrollo de un sistema distinto al actual.

¿Cuál es su funcionamiento?

Puede tener formato digital o físico y existen varias maneras de crearla: a partir del intercambio de bienes y servicios o soportada por la moneda de curso legal, es decir, se puede comprar con dinero normal y sirve para apoyar el comercio local.

Con la moneda social se pueden adquirir productos y servicios de todo tipo, incluso puede formar parte del sueldo o su totalidad, como es el caso del Bristol Pound, en Reino Unido.  Aunque también en España existe una gran cantidad de monedas sociales, como la Demos en Canarias, con la que se puede reunir una pequeña renta. En realidad las opciones son innumerables, siempre y cuando este tipo de moneda sea utilizado en tu zona y haya recursos que intercambiar.

Es posible que te estés preguntando cuáles son las ventajas que genera la implantación de esta medida. Por ello, las exponemos a continuación:

  • Provoca la participación ciudadana: la existencia de este tipo de moneda se basa en la riqueza que crean las personas con el intercambio de sus bienes o servicios. Exige cierta implicación social, por lo que al final se consigue que la gente se interese por la política local.
  • Impide la especulación: la moneda social no se puede acumular y tampoco funciona fuera de la comunidad que la creó y hay una cantidad limitada según la cantidad de usuarios que tenga, por lo que fenómenos como la inflación o la especulación no pueden darse.
  • Impulsa la economía local: sirve para generar más riqueza y estimular el consumo y la producción de la zona.
  • Fomenta las relaciones entre los vecinos: hoy en día la mayoría de nosotros vamos a lo nuestro y no conocemos a nuestros vecinos ni a la gente que vive en nuestro barrio. La moneda social impulsa las relaciones entre las personas que se adhieran a ella y además crea una cierta identidad local.

Como todo, la moneda social también tiene sus inconvenientes, que son el número limitado de usuarios y que tiene un funcionamiento únicamente local. Como no la utiliza mucha gente no puede sustituir por completo a la moneda de curso legal, sino que debe actuar como complemento de la misma.

Se trata de un fenómeno muy interesante. Sin embargo, si en tu barrio no existe este tipo de moneda y debes afrontar un gasto imprevisto para el que no dispones de presupuesto suficiente, puedes acudir a los préstamos al momento que ofrecen las empresas de microcréditos, ya que son una buena solución a la falta puntual de liquidez.

 

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