Guía básica de los depósitos bancarios

La realidad económica presente siembra de incertidumbre miles de hogares españoles. Estos hogares ven como su estabilidad económica se tambalea y prefieren “apretarse más el cinturón”, ser hormiga en vez de cigarra y tener un colchón económico que les asegure una tranquilidad futura que el actual Estado de Bienestar parece no garantizar.

¿Cómo ahorrar?

Las economías domésticas disponen de un amplio abanico de posibilidades para el ahorro. Además, la competencia existente entre las diferentes entidades bancarias ofrece a sus clientes -actuales y potenciales- ventajas que hace unos años resultaban impensables.
Algunas formas de ahorro son la inversión en bolsa, los fondos de inversión, las cuentas remuneradas y los depósitos bancarios. Estos últimos son los productos bancarios de ahorro con los que el cliente asume un menor riesgo y una mayor rentabilidad. Se trata de la custodia del dinero por parte de la entidad financiera y con un interés garantizado durante todo el plazo contratado. Los depósitos son los que permiten a estas entidades financiar los préstamos, las tarjetas de crédito y las hipotecas.

¿Cómo elegir el mejor depósito?

Los depósitos bancarios ofrecen una serie de ventajas , como por ejemplo: mayor rentabilidad que en otros productos y garantizada durante todo el período que se contrata, accesibilidad desde pequeñas cantidades y la elección del plazo de inversión por parte del cliente.
Existen diferentes tipos de depósitos, por ello es importante escoger el que mejor se adapte a las necesidades del inversor:
– Depósitos vista: El cliente decide cuando recuperar su inversión y no existen comisiones.
– Depósitos a plazo: La entidad es la que decide el plazo de inversión. Pueden ser a plazo fijo, son los que presentan mayor rentabilidad y menor riesgo. Y a corto plazo, que suelen ofrecerse a nuevos clientes presentando una mayor rentabilidad, pero sin posibilidad de renovación.
Una vez se conocen los distintos tipos de productos que ofrecen las diferentes compañías, se debe tener en cuenta la situación del propio cliente: el importe que se va a destinar, el objetivo de la inversión y el plazo del que se dispone.

2 comments

  1. Cuando se trabaja directamente sobre las oportunidades de negocios estas se deben identificar en función de una necesidad, un problema que se encuentre en el entorno y por eso es fundamental que el proceso para terminar de moldear el producto sea del entorno hacia ti y no viceversa.

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